martes, 26 de noviembre de 2013

ENTREVISTA


Miguel Hernández: El poeta pastor
- Cuando era joven, le gustaba mucho leer y escribir, ¿fue usted al colegio?
De pequeño no fui al colegio, trabajaba por las mañanas sacando a pastar  un rebaño de cabras y por las tardes, las ordeñaba y vendía la leche, pero durante un tiempo tuve la oportunidad de ir a  la Escuela del Ave María, hasta los 15 años. Luego tuve que dejar mis estudios para volver a trabajar con mi familia, pero me gustaba mucho leer, libros que conseguía en la biblioteca del Círculo de Bellas Artes.
 - ¿En que año publica sus primeras obras?
Cuando dejé el colegio empecé a escribir sencillos versos, asistía a reuniones para recitar y hablar sobre poesía. Estaba influenciado por los autores clásicos que leía y por la poesía religiosa, y, en 1930, se publicaron mis primeros poemas en El Día de Alicante.
 -¿Cuál era su género literario preferido?
 Los comics, los leía en la tablet cuando estaba con el rebaño en el monte. Encontraba la felicidad pasando horas releyendo mis comics, el problema era que en el campo, no podía enchufar la tablet y me quedaba muy rápido sin batería.
- ¿Cómo fueron las temporadas que vivió en Madrid?
Esa experiencia me inspiró para trabajar en mis primeras obras, como Perito en lunas (1933) o El rayo que no cesa (1936). Allí hice muchos amigos, como  Alberti, María Zambrano, Vicente Aleixandre o Pablo Neruda. Aunque en un primer momento había leído a clásicos como Calderón de la Barca, y comencé escribiendo obras sacramentales como Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras, Mis amigos me iniciaron en el surrealismo. También influyeron en mi ideología social y política, que quedaría reflejado pronto en mis obras.
- ¿Cómo le afecto al Guerra Civil Española?
Utilice mi obra literaria como recurso para realizar una crítica a la situación política que estaba viviendo y la guerra en Madrid. Comencé a escribir obras revolucionarias, poesía comprometida con la situación social del momento, como por ejemplo Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1939).
- ¿Estuvo en la cárcel?
Si, estuve en varias cárceles desde que acabó la guerra. Desde la cárcel escribí mis obras más personales, y hoy son las más famosas, como el libro  de poesías Cancionero y romancero de ausencia. Son poesías con breves y concisas en las que se trato mis sentimientos, la soledad, la libertad, la ausencia de mi familia o la muerte.


ACTIVIDADES

- Tenéis que buscar un sinónimo de cada palabra de color verde y un antónimo de cada palabra azul.

- Tenéis que encontrar a lo largo de la entrevista:

            - un nombre propio:
            - un nombre común:
            - un nombre individual:         
            - un nombre colectivo:
            - un nombre concreto:
            - un nombre abstracto:
            - un nombre contable:
            - un nombre no contable:

- Lee esta parte del poema Nanas de la Cebolla, ¿en que momento de mi vida creéis que escribí esta poesía?

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
.
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.